¿Bailamos?.

Bajo este título agencias y productoras se dieron cita en las Jornadas de la 3ºedición del Commercial Film Workshop en Sevilla.

Scroll

Bajo este título agencias y productoras se dieron cita en las Jornadas de la 3ºedición del Commercial Film Workshop en Sevilla.

Las intervenciones de Belén Coca (directora creativa ejecutiva de La Despensa), Eva Conesa (directora creativa y socia Twoelf), Ezequiel Ruiz (director creativo y Head of digital de Sra. Rushmore), José María Cornejo (director creativo), Miguel Madariaga (director creativo de SCPF), Juan García Escudero (director general creativo en Leo Burnett) y Ana Laura Solís como moderadora (productora ejecutiva de Story we producers), planteaban los puntos de unión y complicidad que deben tener las productoras y las agencias como pareja de baile.

Al igual que la edición anterior se trataba de una mesa redonda, pero pronto desembocó en una entrevista colectiva en dónde los asistentes formularon a los ponentes varias preguntas, que insinuaban los motivos que a veces dejan vacía la pista de baile.

Qué siga sonando la música.

En ocasiones, la melodía sigue sonando mientras las parejas se toman un respiro. Ese parece ser el momento que vive ahora el sector.  O al menos de eso se habló en Sevilla. En concreto, del momento de carencia que vive la profesión, y para remontarlo se pedía por ambas partes más transparencia en los procesos de creación, más sinceridad en las partidas económicas, más pasión por el trabajo, y más implicación en la toma de decisiones para conseguir el mejor acabado.

Hay que olvidarse de la época dorada que vivió el sector en su momento. Todos compartían la opinión de que ahora toca sumarse “al ajuste de recursos” sin perder la calidad, al involucrase en el proyecto como si fuera el primero, y sobre todo volver a “pasarlo bien juntos”.

Se recordó que antiguamente se buscaba al realizador como foco de calidad y ahora se busca a la productora en sí; se busca hacer equipo y luchar juntos en la batalla.

En esta edición el baile entre agencias y productoras sirvió como toma de conciencia y ambos colectivos propusieron varios cambios para que la música siga sonando y la mágica siga envolviendo a la pareja de baile.

Pero antes, uno de los ponentes se atrevió a decir que hay que tener claro que todo baile empieza con los departamentos financieros y que cuando llegan los creativos y los productores la pista de baile está llena.

Por su parte, los creativos hablaban de intentar permanecer hasta el final del proceso, desde que se cuenta la idea a la productora hasta que ésta ve la luz. En este momento el mundo digital es cada vez más audiovisual y se seguirán rodando pelís, por ello, hay que saber adaptarse no sólo a unos mínimos recursos sino también a los nuevos canales, tiempos y formatos.

Una parte del briefing es el presupuesto del que dispondrá en cada proyecto y se debe cuadrar y pensar el ADN de la idea con el dinero que se tiene. Pero sin olvidar que los expertos en números están en la productora.

Se propone por parte de los creativos de cara a un futuro una nueva forma de trabajar: dibujarle a la productora la idea para saber qué se puede hacer y hasta dónde se puede llegar con el presupuesto que se tiene. En definitiva; bailar muy pegados.

Sin embargo, la música de las productoras parecía no sonar del todo bien. Había una queja colectiva sobre las nuevas formas de trabajo y en particular sobre la falta de toma de decisiones y la poca experiencia de las nuevas generaciones. Un retrato de la profesión que los creativos parecían no reconocer.

Además, las productoras se quejaron de la falta de respeto a la hora de afrontar un proyecto por parte de algunos profesionales y del gran esfuerzo que se hace para sacar adelante planes de rodaje, en ocasiones, imposibles y en dónde hay mucha gente involucrada que no cobra por los bajos presupuestos que se manejan.

Presentar los tratamientos cara a cara (incluso presupuestarlos), educar el criterio de trabajo, y mostrar interés en cada uno de los pasos que se dan en un plan de trabajo son algunas de las propuestas por parte de las productoras.

Para finalizar, y en este punto sí había consenso entre las dos partes, hay que trazar una línea y no traspasarla y si un proyecto es inviable porque hacerlo significa que mucha gente no cobre, hay que rehusar hacerlo.