Anshuman Vohra, creador de la marca de ginebra Bulldog, estuvo en el c de c 2012 para compartir con nosotros su historia, la de un banquero de Nueva York de origen indio que un día decidió dejarlo todo para crear una ginebra más moderna, de mayor calidad y sabor que las que había hace cinco años en el mercado.
Su relación con la ginebra empezó a edades muy tempranas “mi padre bebía ginebra y yo empecé a beberla a escondidas con 13 o 14 años”. Además, durante su infancia y adolescencia viajó mucho con su familia por diferentes países del mundo “y eso me llevó a desarrollar un paladar para sabores exóticos” que luego le ha servido para desarrollar un combinación exótica de elementos botánicos en su ginebra, que lleva desde limón y regaliz hasta amapola y ojo de dragón.
Siendo banquero se dio cuenta le llamaba la atención pensar en una idea de negocio que pudiera hacerla tangible, que fuera un producto, no un servicio, y vio que había hueco para una marca moderna, ya que las ginebras que había hasta ese momento en el mercado tenían un posicionamiento de marca muy tradicional. Así que se propuso “hacer que la ginebra volviese a ser sexy”.
Como entendía de sabores, pero no de hacer ginebra “mandé un mail a diferentes destilarías de Inglaterra para que me hiciesen pruebas con diferentes combinaciones”. “A las dos semanas las recibí y la probé con los compañeros del banco, fue el día más feliz que recuerdo en el banco”. Y es que mientras estaba desarrollando su idea, siguió trabajando en el banco.
Una vez elegida la combinación, pensó en el nombre. Decidió que fuera “Bulldog” porque en Inglaterra – la patria donde se hacen las mejores ginebras – se sigue hablando del “espíritu del Bulldog” para mostrar la fortaleza, en recuerdo a Winston Churchill que apodado como el “Bulldog Británico”, así que “pensamos que el nombre era bueno porque nos daba esa fortaleza y era fácil de recordar”.
Contrató una buena agencia de publicidad para la imagen de la ginebra y como no disponía de dinero propuso pagarles con un porcentaje de la venta de los primeros año. Para su sorpresa, la agencia aceptó.
Ya tenía la idea, la botella, el líquido, el nombre y la agencia de comunicación, pero le faltaba un ingrediente: el dinero. Buscó un socio que sabía de negocios, le dio un porcentaje, y comenzó a buscar inversores, primero entre sus amigos.
Y así fue como en 2005, cuando todavía la banca ganaba dinero, dijo adiós a sus compañeros del banco para montar una empresa de ginebra. “Me dijeron que estaba locos, pero yo pensaba que los locos eran ellos”. También su padre le dijo: “hijo oficialmente te hemos perdido, creo que has bebido demasiado”.
Hoy en día la marca de ginebra Bulldog se vende en 50 países, el 55% se consume en EEUU y el 65% fuera. Y en España, el primer país donde comenzó a exportarlo, se encuentra en el ranking de las primeras 5 marcas de ginebra más vendidas. De nuestro país comentó que le llaman la atención la cantidad de ginebra que se pone en las copas “¡ Siete gin-tonics de España son como veinticinco en EEUU, en España se ponen unos gin-tonics enormes!”.
De su experiencia ha aprendido “lecciones” que quiso compartir con aquellos que decidan emprender, como “pensarse dos veces en decirles a vuestros amigos que inviertan en vuestra empresa, porque si va mal la empresa puedes perderse los amigos”, a pesar de que él lo hizo y no le ha ido mal. También se mostró partidario de “ir despacio y ser metódicos, y no empezar de forma acelerada”. En cuanto al dinero, “cuando os digan que vais a necesitar solo cierta cantidad de dinero, significa que vais a necesitar 3 veces más”. Y por último, destacó la necesitad de realizar una buena publicidad. “Pensé que el desafío era crear una ginebra, pero el desafío real era dar a conocer Bulldog al público, cómo hacer que fuera conocido”.