La música ha sido su gran compañera desde la infancia. Cuenta que sus primeros recuerdos son Julio Iglesias y Los Panchos sonando en un viejo tocadiscos de sus padres. También Rumba Tres, Iva Zanicchi, Carlos Gardel y otros muchos. Su relación con la música clásica llegó mucho más tarde, cuando tenía 18 años, y por casualidad: gracias a una amiga que le dijo que a lo mejor le cogían en su coro. “Fui a probar, y … sonaba el Alleluia de Haendel… fue amor ‘a primera escucha’, me maravillaron aquellas voces y aquellas armonías que se entrelazaban hipnotizándome”, recuerda.
Tras estudiar canto en Madrid y Granada, entró a formar parte del coro de Valencia y al poco tiempo comenzó a cantar como solista. En 2002, inició su carrera internacional. “De cantar ‘bolos’ en la Comunidad Valenciana, pasé en cuatro escasos años a debutar en el Metropolitan Opera House de New York”, recuerda. Entretanto, actuó en el Teatro Real de Madrid, el Teatro del Liceo de Barcelona, el Deutsche Oper de Berlín, el Semper Oper de Dresden, el Reggio Di Parma, el Massimo de Palermo, el Rossini Opera Festival, el Theâtre du Chatelet y el Theâtre des Champs Elysées de París y el Teather An der Wien, entre otros muchos.
En algún momento de su carrera, decidió cambiar de rumbo, y ahora llena los auditorios con espectáculos sinfónicos irreverentes como director de orquesta y monologuista. Ha actuado con los mejores cantantes y directores de orquesta. Ha grabado varias óperas y dos discos (Tango Mano a mano y Operazza). Y ha escrito y codirigido multitud de espectáculos: Barrockeros, Óperame, Los Divinos, El hombre que se llamaba Amadeus, Concierto para Zapata y orquesta, etc.
Sus dotes de comunicador y su carisma le han permitido desarrollar una nueva faceta profesional como conferenciante. Sus charlas motivacionales donde se establece un paralelismo entre mundo de la ópera y el mundo de la empresa, son un acicate para que el oyente a través de una visión pasional, salga de la charla con una experiencia diferente y motivadora.