El método de nada es imposible.

Conde señaló que en este tiempo ha podido aprender que “las mejores ideas nunca son aprobadas a la primera” y que por ello “nunca hay que rendirse y hay que seguir intentándolo”. De ahí el título de su conferencia: ‘El método foda-se’, una palabra portuguesa que alude a la reacción que produce en una persona el estar indignado con algo. Lo que viene a ser una ‘peineta’, en castellano. Y a propósito de este término, Conde señaló que la publicidad debe intentar dejar atrás sus viejos paradigmas de tratar solo de conquistar el bolsillo de las personas. “Ahora, además, debemos conquistar su corazón”. Por ello, defendió que “la responsabilidad social de las marcas no debe ser simplemente una tendencia, sino una obligación”. Y que la publicidad debe perseguir “hacer un mundo mejor o incluso llegar a salvar vidas”. Una meta que, durante su etapa en Ogilvy Brasil, su agencia logró gracias a la multipremiada campaña realizada para el Sport Club Recife a favor de la donación de órganos. “Hubo gente que nos llamó para darnos las gracias por ello”, apuntó Conde.

También destacó la importancia del proceso de creación y lo comparó con la forma de trabajar de un equipo de fútbol. “Puedes contar con grandes estrellas pero si no hay un buen sistema de juego, de nada sirve”, dijo. En este sentido, relató cómo en Ogilvy Brasil decidieron romper las viejas reglas (foda-se, una vez más) y permitir que cualquier persona del equipo aportara sus ideas. Porque “cualquiera puede tener una idea buena. Algo que sea diferente, que no se haya visto antes. Y cuanto más difícil sea, mejor. Incluso que pueda llegar a convertirse en noticia, a cambiar las cosas…”. Como ocurrió con la campaña ‘Real beauty’ realizada para Dove, aquella de los retratos de mujeres que se convirtió en todo un experimento social de enorme éxito en Internet

O la que hicieron para prevenir el cáncer de piel, en la que intervinieron tatuadores que recomendaban a la gente que cuidara su piel e incluso acudiera al dermatólogo. Una idea por la que nadie apostaba y que finalmente triunfó.

Conde terminó su intervención hablando de que cuando hace años se hacía fotos en la puerta de BBH Londres, nunca pensó que acabaría trabajando allí, en una de las agencias más creativas del mundo, cuyo modelo es la excelencia creativa. Algo que vuelve a dejar patente que, con trabajo y tesón, “nada es imposible”.