El trabajo que viene: en equipo, multidisciplinar y en espacios diferentes y compartidos.

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La pandemia ha cambiado muchas cosas y ha acelerado otras que estaban en proceso de transformación. El trabajo es una de ellas. De esta evolución del concepto habló en el Día C 2021 Albert Cañigueral, connector en la red Ouishare para España y América Latina, en una entrevista mantenida con Javier Creus, fundador de Ideas for Change.

Albert Cañigueral se hizo autónomo hace 10 años, cuando regresó de Taipei donde vivió durante un tiempo. Antes había trabajado 15 años en un par de empresas. “Acabo de llegar de Dubrovnik de participar en un concurso del Ayuntamiento para reinventar el turismo de la ciudad con otro tipo de viajeros de mayor duración”, comentó.

Cañigueral dice que pertenece a la tribu denominada nómadas del trabajo. Trabaja en cualquier lugar del mundo durante periodos de tiempo determinados y a la vez aprovecha para hacer turismo. Acaba de publicar el libro El trabajo ya no es lo que era, que habla de cómo este pilar de nuestra sociedad se está transformando.

Comentó que previamente a la pandemia ya se intuían algunos cambios que ahora se han acelerado. “Algo que me gusta explicar sobre la base de tres ejes: el work, el work force o cómo hacemos las tareas y el work place”, apuntó. Dijo que todos tendemos a pensar que los humanos somos la contribución más importante a cualquier proceso de producción. “Sin embargo, cada vez más vemos cómo la inteligencia artificial, los algoritmos, y la robótica empiezan a cobrar protagonismo en el trabajo, particularmente de determinadas industrias. Es lo que conocemos como el centauro, una figura donde se combina la fuerza mecánica con la destreza humana y la capacidad de cálculo de los ordenadores con la capacidad de improvisación de los humanos”, dijo.  Y añadió: “Tenemos que buscar la versión renacentista del trabajo que hagamos, cómo apoyarnos en la tecnología para tener una versión más humana de nuestro trabajo. Está claro que lo que sea repetitivo acabará mecanizado. Lo que nos hace especiales a los humanos es la improvisación, la empatía y el cuidarnos los unos a los otros”.

Comentó también el cambio que han sufrido las relaciones laborales. “Antes duraban muchos años. Ahora vamos hacia una versión híbrida, tal y como vemos con las plataformas de freelances. Hoy lo que buscan las empresas es la combinación de una parte fija interna con otra temporal externa. La velocidad de los cambios hace que sea imposible que una empresa tenga el talento necesario para cada cambio en todo momento”.

Igualmente hizo referencia a cómo ha cambiado el concepto de espacio de trabajo. “La pandemia también nos ha enseñado que la oficina es un fetiche. Pensábamos que sólo podríamos trabajar en una oficina y la realidad ha demostrado que no es así. Pero teletrabajar no es lo que hemos visto en la pandemia. Es abrir espacios de trabajo compartido y con las condiciones más adecuadas para hacerlo, es trabajar con otras personas en su casa durante un tiempo o en hoteles o bibliotecas”, afirmó.

Tribus laborales

Cañigueral es un defensor del trabajo en equipo, de pertenecer a una tribu laboral. “Me considero de la tribu Ouishare, ayudé a crearla y ha sido mi tribu laboral durante toda esta década. Los humanos tendemos a buscar estabilidad, pero ya no la encontramos donde estaba, en la empresa para la que trabajamos, con los compañeros, en la oficina. En el caso de Ouishare, nos unimos por valores. Exploramos el impacto de la tecnología con una mirada social. Otras tribus se encuentran por su sector. Como Myway, vinculada al mundo audiovisual y de la publicidad. En Francia hay un grupo de programadores que solo quieren trabajar con empresas socialmente responsables. Hay otros que se agrupan en internet, como Sinoficina, el primer coworking virtual de España. Por tanto, autónomos sí, aislados no”.

Hablando de las nuevas profesiones que surgirán al calor de las nuevas tecnologías, hizo referencia a aquellas que tienen que ver con las capacidades de las personas que juegan a videojuegos. “Entre las profesiones más raras con las que me he encontrado están las que tienen que ver son los metaversos y los multiversos que son los espacios virtuales permanentes. Lo que hoy es un espacio social de juego creo que acabará siendo también un espacio laboral. Hay mucha experimentación en esto de trabajar en espacios virtuales”.

Cañigueral hizo una serie de recomendaciones a los jóvenes que buscan trabajo. “Lo primero que deberían hacer es exponerse a la diversidad de redes laborales: una agencia, una corporación, una consultora, como autónomos, como funcionarios o como nómadas digitales. Y, con mirada crítica, decidir lo que le parece más interesante. No limitarse a un campo de exploración sino ser varias cosas a la vez”. Y añadió: “Antes a los niños se les preguntaba qué querían ser de mayores. Ahora esto no tiene mucho sentido. Hay que abrir más el abanico y tratar de ser muchas cosas, a la vez o consecutivamente. Romper el esquema que había hasta ahora”.

Al otro lado de la mesa, a los directores de recursos humanos, dijo que les recomendaría que su empresa fuera híbrida en los espacios y en la relación laboral. “Algo muy difícil de hacer, ahí está el reto. Estar abierto a la experimentación. Pensar que el talento, aunque no tenga una relación permanente con la empresa, no es de usar y tirar. Hay que cuidarlo mucho”, apuntó.

Respecto a cómo afrontar el trabajo en el futuro, insistió en la flexibilidad. “Volviendo a los tres ejes de los que hablaba, recomendaría hacer la parte humana del trabajo y automatizar lo que se pueda. Y aceptar la diversidad en la fuerza laboral. Que, en función del momento vital y las necesidades, uno pueda acomodarse a distintas relaciones laborales. Incluso combinar un trabajo fijo con otro como freelance. Esta flexibilidad nos ofrecerá la posibilidad de trabajar desde donde queramos”.

Puedes ver las charla del Día C 2021 desde la videoteca del c de c aquí