Juan Mariano Mancebo y José María Lapeña recibieron el c de c de Honor 2008, galardón que otorga el club de creativos como reconocimiento a la trayectoria publicitaria y a la contribución a la mejora de la publicidad y la comunicación española.
Mancebo y Lapeña trabajaron juntos durante toda la década de los ochenta y los primeros años noventa. Se conocieron en Zaragoza, donde ambos estudiaban publicidad, y vinieron trabajar a Madrid a mediados de los 70. Hasta 1982 no se encontraron profesionalmente. Fue en Contrapunto, donde había entrado Mancebo un año antes y donde empezaron a pensar juntos a las órdenes de José Luis Zamorano, quien curiosamente consiguió, junto a Michel Malka, el primer c de c de honor que otorgó el club de creativos.
En 1983, cuando Zamorano abandonó Contrapunto, Mancebo y Lapeña se hicieron cargo del departamento creativo y a partir de ese momento dio comienzo uno de los periodos más brillantes de la publicidad española.
“Cuando este año se abordó la elección del c de c de honor, los nombres de Mancebo y Lapeña surgieron de forma espontánea”, explica Rafa Antón, presidente del c de c. Los miembros de la junta sin excepción, añade, compartían la idea de que estos dos profesionales contribuyeron decisivamente a que la publicidad española entrara a formar parte de la primera división de la publicidad mundial. Hasta ese momento, España asomaba la cabeza en algún certamen internacional, pero no era considerada un rival serio. Con Mancebo y Lapeña, España consiguió su primer Gran Premio en el Festival de Cannes y ese mismo año, 1989, su agencia, Contrapunto, fue declarada Agencia del Año por la revista americana Advertising Age.
Talento y equipo
Mancebo y Lapeña formaron una infrecuente pareja que demostró olfato y talento propio y que contó con la rara habilidad de atraer a algunos de los mejores creativos que han trabajado en España. Los dos son fervientes defensores del trabajo en equipo y han sabido ser el eje de magníficos equipos, primero en Contrapunto y más tarde en las sucesivas agencias en las que trabajaron.
La campaña que más fama les dio fue, por culpa del Gran Premio de Cannes, la de Televisión Española, “Pippin”, pero en su haber hay otras muchas piezas reconocidas. “El Cuponzazo”, para Once; “Póntelo, Pónselo”, para el Ministerio de Sanidad, y un número considerable de campañas para Renfe, entre otras, sirven de aval para la concesión del c de c de honor.
En 1992, Lapeña sale de Contrapunto, y la pareja se deshace. A partir de ese momento, continúan por separado, pero sin menguar su historial de éxito.
Lapeña se incorporó a Tapsa y más tarde, en 1997, entró en Bassat Ogilvy & Mather, donde permaneció hasta 2004. Desde el año pasado, colabora como asesor creativo con Sra Rushmore.
Mancebo, por su parte, continuó en Contrapunto hasta el año 1995, de donde sale para asociarse a la agencia de BDDP en España. En el año 1998 es contratado como vicepresidente creativo de Casadevall Pedreño PRG, y trabaja allí hasta el pasado año, cuando el grupo Publicis, al que pertenece Casadevall Pedreño, decide fundir sus agencias en una sola. Mancebo acaba de fundar una nueva agencia, A partir de ayer, diluvia.