A lo largo de su trayectoria profesional, Alauda Ruiz de Azúa ha compaginado su faceta de creadora y directora de cine con su trabajo en publicidad. En 2021 escribió y dirigió su ópera prima, ‘Cinco lobitos’, por la que ha recibido más de 30 premios, entre ellos el Goya a la Mejor Dirección Novel, el Goya a la Mejor actriz y el Goya a la Mejor actriz de reparto.
Como realizadora publicitaria, Alauda ha dirigido campañas para Toyota, Coca-Cola, Samsung, Once, Mapfre y BBVA, entre otras. En 2023, estrenó su segundo largometraje, ‘Eres tú’, en Netflix y próximamente veremos su primera serie (‘Querer’) en Movistar+.
Alauda estuvo en el Día C 2024 para hablar de su carrera, del cine, de la publicidad y de su próximo proyecto, en una entrevista mantenida con Nerea Cierco (DDB), Noelia Fernández (Ogilvy Barcelona) y Raquel Quintana (Bap & Conde).
¿Cómo apareció el cine en tu vida?
Cuando nací el cine estaba ya en mi vida. En mi casa había VHS´s, iba al cine a menudo… fui una espectadora voraz desde pequeña. Fue en la adolescencia cuando tomé más conciencia de que el cine tiene más de mirada prestada por otro. Me di cuenta del poder de la mirada…
¿Estudiaste cine? ¿Cómo fue tu formación?
Estudié Filología inglesa y luego hice cine… Fue una negociación en casa. Mi padre me preguntó, pero ¿la gente se gana la vida con eso?
¿Cuáles son las diferencias entre la realización publicitaria y de cine?
Lo primero que hago es buscar la conexión personal con la pieza o con la historia. En la ficción ha sido más fácil hacer apuestas más radicales. En publicidad eso es más complicado.
Hacer publicidad ¿te ha convertido en mejor cineasta?
Creo que todo lo que sea aprendizaje te convierte en mejor cineasta. Estoy muy agradecida a la publicidad. He aprendido a ver las cosas con los ojos de otro.
Dices que ‘Cinco lobitos’ te permitió contar algo con lo que tenías una conexión emocional. ¿Como fue ese proceso creativo, de construcción de personajes y de guion?
Fue un proceso largo y un poco caótico. Empecé a escribir sobre una cosa y eso me llevó a otra. En el guion hay algo de reconciliación de dos generaciones. La capa más visceral de la película es la que nos lleva a reflexionar sobre si, en algún momento, dejamos de ser hijos de alguien.
Tres años para elaborar el guion. Durante el rodaje, ¿hubo más modificaciones?
Cuando ya tienes el casting, reescribir el guion no tiene sentido. Lo puedes hacer con los personajes, pero no con la historia.
Personajes y vivencias
¿Eras consciente de que esos personajes iban a conectar tanto con el público?
No lo era, pero si detectas ciertas cosas que conectan con otros es más fácil conseguirlo. Algo que no está en la conversación del día a día, pero le pasa a todo el mundo.
¿Es necesario vivir esa verdad para poder contarla?
No lo creo. Creo que las cosas, si las has vivido, las escribes de forma diferente, desde otro sitio.
¿Qué opinas de la IA? ¿La has utilizado en algún proyecto?
No, todavía no. En este tema elijo ser optimista. La IA va a ser capaz de cosas increíbles y va a cambiar los procesos de producción. Pero el reto va a estar en convertir la herramienta en una aliada. Nosotros somos otra cosa, no hay que perder de vista lo que nos hace humanos. No convertirnos nosotros en IA.
¿Cuáles son tus referencias cuando tienes que inspirarte?
Para ‘Cinco lobitos’ quise hacer un camino de identidad, y no vi nada. El mundo de la referencia tiene el peligro que te puede llevar a la referencia de la referencia. Me fijaba más en lo que me rodeaba. Más en las sensaciones mías ante cosas reales.
¿Hay alguna cosa que te haya sorprendido últimamente?
‘La mesías’, ‘Anatomía de una caída’…
¿Cómo fueron los primeros momentos de ‘Cinco lobitos’? Las críticas…
Aprendí que cuando haces un proyecto algo personal es más difícil de vender. Traduje las críticas negativas como ‘no ven lo mismo que yo’. Al principio, escuché cosas como esto no va a funcionar… y cuando salió bien me pareció algo de justicia poética.
Tu cine remueve por dentro. ¿Sientes esa responsabilidad por haber conseguido esto?
La presión supongo que está. Pero es algo que construyen los demás. Creo que tiene que ver con que la primera película la hice tarde. No escucho mucho la presión, me centro en que las historias me interesen. En que los dilemas no sean de fácil respuesta.
Críticas y premios
¿Has recibido críticas por cómo trabajas lo masculino?
Ha sido una película gratificante, pero que también incomodó a algunas personas, sobre todo por el retrato de los personajes masculinos.
¿Cómo se vive ganar un Goya?
Los premios son fantásticos. Te dan un sitio y sirven para seguir levantando proyectos. Y también para sentir el cariño y respeto de una profesión. Pero ya está.
¿Algún fracaso que te haya hecho sentir especialmente mal?
Cuando contábamos ‘Cinco lobitos’ hubo varios noes. Aprendí a contarla desde lo emocional. En publicidad el viaje creativo podría haber sido mejor. Me perdí cosas. Cuando llegué a ‘Cinco lobitos’ lo tenía aprendido. No me dio tanto miedo cambiar cosas en el rodaje. Aprendí a dejar ir ideas…
¿Cuánto de Alauda hay en ‘Cinco lobitos’ o en tus películas, en general?
Todo pasa a través de sensaciones y vivencias. De percepciones y cosas que has vivido.
¿Qué le dirías a la gente que quiere utilizar esto en publicidad?
Ser radical en las apuestas te llevan a otro sitio. Me va muy bien no juzgar a los personajes. En publicidad es más complicado porque los tiempos son limitados.
Háblanos de tu nuevo proyecto, ‘Querer’.
No está basada en un hecho real concreto, pero sí en cosas que han pasado. En la violencia sexual hay patrones que se repiten. Espero que sea una serie que genere bastante conversación.